¿Es bueno el spa para embarazadas?

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Artículo actualizado el 02/04/2024
Spa durante el embarazo

Es típico: te regalan un bono para ir a un spa durante el embarazo (quien dice a un spa, dice a un balneario o a un talaso) y empiezas a dudar sobre si deberías disfrutarlo.  

La conveniencia de visitar un spa durante el embarazo es una de las dudas más frecuentes que surgen en el momento en que las dos rayitas de la prueba de embarazo se marcan en la pantalla.

¿Se puede usar? ¿Hay alguna contraindicación? ¿Qué precauciones debería tener para disfrutar de una relajante sesión de spa durante el embarazo, o de un tratamiento en un balneario o un talaso?  

Aunque lo cierto es que hay opiniones para todos los gustos, desde Sparelajarse.com vamos a intentar aclararte todas esas dudas para que puedas tomar la decisión informada y con tranquilidad.

¿Puedo ir al spa durante el embarazo?

Tener esta duda es completamente normal.

Durante muchos años hemos oído mitos como que nadar era perjudicial para las embarazadas por el riesgo de infecciones, sin embargo está más que demostrado que esto no es así.

Durante el embarazo, el cuello del útero está “cerrado” y protegido por el tapón mucoso, así que sumergirte y nadar no va a provocar una infección.

De la misma forma, ir a un balneario, a un talaso o a un spa durante el embarazo no tiene por qué ser perjudicial por sí mismo, siempre y cuando tomes algunas precauciones básicas de higiene, como no permanecer mucho tiempo con el traje de baño puesto.

 

Si estás teniendo un embarazo normal, sin complicaciones que puedan impedir que realices tus actividades habituales, en principio no debería haber ningún problema para disfrutar de un spa, un balneario o un talaso y de su variedad de tratamientos.

  • Acudir a un spa durante el embarazo tiene múltiples beneficios, entre ellos:
  • Alivia el cansancio generalizado de esta etapa, que nos demanda mucha más energía y a veces puede resultar estresante.
  • Ayuda a reducir los calambres que se producen durante toda la gestación para que el cuerpo pueda ir dejando espacio al bebé que está creciendo, y que, sobre todo, pueden resultar muy molestos a finales del segundo trimestre y durante el tercero.
  • Mejora la hinchazón en manos y pies.
  • Contribuye a disminuir los dolores de espalda que se van haciendo cada vez más frecuentes según avanza el embarazo.
  • Es altamente relajante (y por lo tanto, te ayudará a poder conciliar el sueño, que va cambiando durante toda la gestación y a veces puede llegar a ser un problema).

 

Los spas, balnearios y talasos tienen 3 ingredientes que nos vienen como anillo al dedo durante esta etapa de nuestra vida reproductiva: el poder relajante y de conexión con nosotras mismas que tiene el agua, el ambiente de paz y tranquilidad absolutas y terapeutas y profesionales entregados a nuestro cuidado.

Ahora bien, sí que hay algunos matices que podrían ser importantes en algunos casos y que hay que tener en cuenta a la hora de valorar la decisión de tomar una sesión de spa durante el embarazo. Existen tratamientos de los que debes conocer cuáles son los riesgos que podrían llegar a tener para poder tomar la decisión de utilizarlos con la mayor tranquilidad posible.

Y es que no para todos los tratamientos hay consenso a la hora de recomendar su uso durante el embarazo.

Además, si decides ir a un balneario a disfrutar de las propiedades de las aguas termales, debes tener en cuenta que no todas las aguas tienen la misma composición y, por lo tanto, igual que no todas están indicadas para aliviar los mismos problemas de salud, es posible que algunas de ellas puedan estar contraindicadas.

Lo más habitual es que en este caso tengas que solicitar una consulta de asesoramiento previa en la que el médico del balneario valorará tu historial médico y tu tiempo de gestación y en función de eso determinará cuál es el programa más adecuado para ti, de entre los tratamientos disponibles.

 

¿Qué tratamientos podrían tener contraindicaciones durante el embarazo?

Durante el embarazo pueden darse algunos riesgos que podrían alterar el desarrollo del feto y producir algunos efectos contraproducentes.

La hipertermia, por ejemplo, es decir, una temperatura corporal muy elevada (mayor de 38,9º) sostenida durante varios días, podría llegar a afectar al desarrollo del feto durante el primer trimestre de embarazo.

 

Saunas

Algunas fuentes recomiendan evitar las saunas durante el período de gestación por este posible riesgo de hipertermia, sin embargo, la Academia Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos sugieren que el uso de saunas y bañeras de hidromasaje durante no más de 15 minutos en el caso de las primeras y de 10 en el caso de las segundas podría ser seguro. Muy similar a lo que afirma este estudio, publicado en el British Journal of Sports Medicine.

Hay profesionales que recomiendan evitar las saunas, baños turcos y otros tratamientos con exposición a temperaturas elevadas durante todo el embarazo y otros profesionales, mientras que otros recomiendan evitarlos solo durante el primer trimestre de embarazo.

Si decides utilizar la sauna en tu visita al spa durante el embarazo (desde aquí te recomendamos que siempre hables antes con tu matrona para que pueda informarte de cualquier contraindicación que pueda haber en tu caso concreto), debes respetar el tiempo de uso y estar muy pendiente de cualquier momento en el que puedas sentirte incómoda, así como evitar los contrastes bruscos de temperatura, ya que uno de los mayores riesgos es que sufras una bajada de tensión que pueda llegar a ocasionar un mareo o un desmayo.

 

Piscinas de hidromasajes y chorros

En este caso el posible riesgo no estaría en la temperatura de las aguas, sino en la fuerza y la presión con que los chorros puedan llegar a impactar en el vientre.

Los de mayor intensidad podrían estimular el útero y, debido a ello, podrían producirse contracciones que, si bien no tienen por qué ser un riesgo de parto prematuro, sí pueden resultar incómodas y pueden ser una fuente de preocupación por el bienestar de tu bebé.

 En este caso parece que sí hay acuerdo: úsalos, pero con precaución, evitando los impactos en el vientre, sobre todo de los chorros de mayor presión.

 

Masajes

¿Qué hay mejor para relajarse, aliviar la tensión de la espalda, la pesadez de las piernas y para mimarse durante el embarazo que un buen masaje?

 Nada más recomendado para cuidarte durante esta etapa que un masaje que te ayude a aliviar contracturas y a relajarte, pero siempre con cabeza y precaución:

Lo más conveniente es que avises de tu estado antes de reservar el tratamiento, para que puedan tratarte lo mejor posible.

Hay masajes maravillosos para mejorar la circulación sanguínea, reducir la hinchazón, aliviar el dolor de espalda y de cabeza, mejorar la digestión…

Con lo que debes tener precaución en este caso es con la presión que pueda ejercer el terapeuta, que en ciertos casos podría ser demasiado fuerte e incluso estimular el útero y producir algunas contracciones.

 

Tratamientos faciales

El embarazo tiene la capacidad de hacernos más sensibles, y eso incluye a nuestra piel.

En muchas ocasiones esto es maravilloso, pero también debemos tener cuidado, porque no todos los productos que usemos para tratarla pueden sentarnos bien, e incluso algunas sustancias pueden atravesar la piel y la placenta, entrando a formar parte del torrente sanguíneo que llega al bebé a través del cordón umbilical.

Si te decides por un tratamiento facial en un talaso, un balneario o un spa durante el embarazo, asegúrate de que utilizan productos aptos para embarazadas y evita los químicos que puedan ser irritantes.

Quizá esta pueda ser una buena oportunidad para probar los cosméticos naturales y sin tóxicos, que te irán bien tanto durante la gestación, como durante el resto de tu vida.

 

 

En resumen: disfrutar de un balneario, un talaso o un spa durante el embarazo puede ser un plan fantástico, siempre y cuando lo hagas guiada por el sentido común.

Así que si ya tienes decidido cuál va a ser el próximo tratamiento que vas a disfrutar, aquí te dejamos una selección de establecimientos en los que te vas a sentir como la mismísima reina de Saba. Solo te queda revisar con tu matrona que todo vaya sobre ruedas… y entregarte a tomar consciencia de tu cuerpo, de tu bebé y de los cambios que está operando en ti, mientras vives una experiencia que te dejará como nueva.

 ¡Enhorabuena!

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