Masaje tailandés

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Artículo actualizado el 03/04/2024
Masaje tailandés

Desde hace algunos años el masaje tailandés se ha convertido en uno de los tipos de masaje más demandados.

Este tipo de masaje que, junto con otras técnicas milenarias de origen oriental, han llegado a nuestro país hace relativamente poco tiempo, se ha impuesto entre los tratamientos que más nos gusta recibir.

Sin embargo, a pesar de haberse convertido en una moda dentro de los tratamientos top de belleza, relajación y bienestar, el masaje tailandés sigue siendo un gran desconocido.

¿Quieres conocer qué es el masaje tailandés, sus orígenes y todos sus beneficios?

Sigue leyendo, porque hemos preparado para ti una guía en la que te vamos a contar todos los secretos de este relajante masaje oriental.

Qué es y en qué consiste el masaje tailandés

El masaje tailandés tradicional es una terapia corporal cuyo objetivo es hacerte llegar a un estado de relajación profunda y promover el equilibrio entre cuerpo, mente y alma.

Se centra en las líneas de energía Sen, o lo que es lo mismo, una especie de “red de carreteras” que recorre nuestro cuerpo, forma nuestro sistema energético y nos aporta lo que la medicina tradicional tailandesa llama “Lom” o “Prana”, la fuerza vital.

La medicina tradicional tailandesa, una de cuyas ramas es el masaje tailandés, considera que existen más de 70.000 de estos caminos o líneas de energía, aunque trabaja con las 10 principales, que fluyen hacia el interior del cuerpo e influyen, por lo tanto, de manera directa en el organismo.

Este tipo de masaje es un tratamiento tanto relajante como descontracturante y puede tener fines tanto terapéuticos como preventivos. 

Es decir, no es necesario que esperes a sentirte mal para disfrutar de todos sus beneficios. Tomar un buen masaje tailandés de forma frecuente, solo como prevención, puede ser una idea fantástica para tu salud.

El objetivo del masaje tailandés es conseguir que te relajes y eliminar los bloqueos que se van reflejando en tu cuerpo a causa de la tensión, los nervios, el estrés… 

El trabajo físico y mental de esta técnica consigue una distribución óptima de la energía corporal, al desbloquear las líneas de energía Sen, mediante la aplicación de presión de forma rítmica e intensa.

También se aplica presión sobre algunos puntos concretos del cuerpo, de forma que se consigue liberar tensiones en el tejido muscular de forma más profunda que con otro tipo de masajes.

Hay que tener en cuenta que el masaje tailandés, aunque es un masaje que consigue la relajación del cuerpo, no es un masaje relajante tal y como lo entendemos en occidente. En diversos momentos del tratamiento se presiona con mucha fuerza, por lo que puedes llegar a sentir molestias.

El masaje tailandés comienza con la manipulación de las plantas de los pies y después se extiende por el resto del cuerpo, combinando varias técnicas tomadas del shiatsu, el ayurveda indio, la meditación, el yoga y la medicina tradicional china.

A lo largo de la sesión se alternan fases de estiramientos y fases de masaje, sin presencia de aceites o cremas (aunque hay tipos de masaje tailandés en los que sí se utilizan este tipo de productos), presionando con los dedos, manos, brazos o pies y movilizando el cuerpo a la vez que se estira desde diferentes ángulos y se controla la respiración.

La práctica del masaje tailandes se relaciona con la práctica de la compasión, la bondad y el amor que predica el budismo, por lo que no se trata solo de hacer estiramientos o presiones, sino de toda una experiencia en la que el cuidado integral, la atención y el bienestar se colocan en el centro.

Todo ello lo convierte en una suerte de “danza” sagrada, de movimientos armoniosos y fluidos, que constituye todo un arte.

 

 

¿De dónde procede el masaje tailandés?

En tailandés, el masaje tradicional se denomina nuat phaen boran, o lo que es lo mismo: “masaje a la antigua usanza”.

Se trata de una de las cuatro ramas de la medicina tradicional tailandesa, lo que le otorga una protección especial por parte del gobierno de Tailandia y, además, fue declarado Patrimonio Cultural Intangible por la UNESCO en 2019

Tan antigua, que se cree que esta técnica cuenta con más de 2500 años de antigüedad. 

Cuenta la leyenda que fue inventado por el médico y amigo de Buda, Shivago o Zhivago Komparai, que también se cree que estuvo al servicio del rey de Magadha, Bimbisara, junto con los monjes budistas del Sangha.

En realidad el origen del masaje tailandés es incierto. Durante siglos los monasterios budistas fueron los encargados de transmitir el conocimiento sobre esta técnica de forma oral, formando parte de un código secreto, que solo pasaba de maestro a discípulo, para que no cayera en el olvido.

Una gran parte de los registros sobre el masaje tailandés se perdieron en 1767, durante un ataque birmano en Ayutthaya, así que desconocemos su origen exacto.

Lo que sí sabemos es que está ligado al desarrollo de la medicina tradicional tailandesa y que bebe de diversas técnicas procedentes de India, China y otras regiones del sudeste asiático. 

 

 

Qué beneficios tiene hacerte un masaje tailandés

La técnica del masaje tailandés, al ocuparse de la totalidad del cuerpo y estar centrada en procurar la relajación tanto a nivel físico como a nivel mental y energético, activa la práctica totalidad de los sistemas del organismo y, por lo tanto, es muy beneficiosa, sobre todo, si la incorporas a tu rutina habitual.

  • Se trata de un masaje revitalizante, por lo que te sentirás con más energía después de recibirlo y conseguirás disminuir el cansancio físico.

  • Trabaja la totalidad del cuerpo, desde la planta de los pies hasta el cuero cabelludo, así que la relajación no es solo en una zona determinada, sino que se siente de forma integral. Sentirás tu cuerpo y tu mente renovados por completo tras el tratamiento.

  • Esto hace que te sientas más ligero y flexible, después de aplicar presión y estiramientos en todas tus extremidades y otros puntos estratégicos de tu organismo.

  • Alivia la tensión y los bloqueos que causa el estrés y favorece un sueño profundo y reparador, por lo que es muy eficaz contra el insomnio.

  • Al atender tanto el cuerpo como la mente, aumenta la sensación de paz y tranquilidad, y ayuda a gestionar las emociones que nos provocan desazón y malestar con más calma y serenidad.

  • Estimula el sistema inmunológico, por lo que consigues prevenir enfermedades y sentirte más saludable en tu día a día.

  • Mejora la circulación sanguínea y linfática.

  • Es muy eficaz ante dolores de espalda, de cabeza, y alivia los síntomas de enfermedades como la artrosis, la artritis o la escoliosis.

  • Los estiramientos te ayudan a recuperar movilidad y flexibilidad de forma progresiva, además de mejorar el tono muscular.

  • Aumenta la consciencia corporal y el control de movimientos, por lo que te sientes más seguro y ágil.

  • Es muy efectivo contra las contracturas musculares que se forman debido a la adopción de malas posturas o a causa del estrés.

La lista de beneficios es enorme y aquí tienes los más importantes, pero seguro que si preguntas a los fans de este tipo de masaje, te contarán muchas más.

 

 

¿Quién puede recibir un masaje tailandés?

Casi cualquier persona puede disfrutar de los beneficios de un buen masaje tailandés. 

Da igual tu edad, tu peso o tu talla, cualquiera puede recibir un masaje tailandés, adaptado a sus circunstancias vitales, y disfrutar de todos sus beneficios. 

Sin embargo, como todo tratamiento, tiene contraindicaciones que obligan a tomar ciertas precauciones a la hora de realizar la técnica o, incluso, que desaconsejan su aplicación.

Es el caso de personas que padecen cuadros infecciosos (tanto por el posible riesgo de contagio que pueda existir, como por la estimulación de la circulación, que podría interferir con el proceso de recuperación del paciente). 

Tampoco se recomienda durante episodios de fiebre ni en casos de fibrosis y enfermedades musculares degenerativas.

En general, las contraindicaciones del masaje tailandés son las mismas que tienen otros tipos de masaje: 

  • Si eres hipertenso o, por el contrario, si tienes episodios de tensión baja.

  • Si tienes problemas cardíacos.

  • Si estás bajo los efectos del alcohol o de alguna droga en el momento de recibir el masaje, es mejor que esperes para hacerlo.

  • Si has tenido algún ictus.

  • En caso de edemas, varices importantes o flebitis.

  • Si sufres una hernia discal.

  • Si has padecido desgarros en tendones.

  • También debes esperar si tienes heridas abiertas, hemorragias recientes o quemaduras, y si sufres de eritema o tienes hongos.

  • Si tienes cáncer linfático o de otro tipo.

  • En caso de luxaciones.

 

Y durante el embarazo, ¿puedo darme un masaje tailandés?

En el caso del embarazo, y como ocurre con todos los tipos de masajes, encontrarás opiniones de todo tipo al respecto.

Hay quien lo desaconseja totalmente y quien es un firme defensor de sus beneficios (recuerda que un buen masajista adaptará el masaje a las circunstancias y necesidades de la persona que lo recibe).

Para los tailandeses es una excelente idea acompañar la etapa del embarazo con esta técnica ya que, como sabes, favorece la relajación, la flexibilidad, es muy efectivo contra las contracturas, libera tensión muscular y mental y ayuda a recuperar la energía, importantísima en una etapa de la vida de la mujer en la que el proceso de dar vida nos consume casi por completo.

Un buen masajista tendrá en cuenta en todo momento tu estado vital, tanto como tu estado de salud y escogerá las zonas más idóneas para aplicar el masaje, además de modular la tensión y los puntos de presión, de forma que no te haga daño a ti, ni tampoco a tu bebé.

También conocerá qué zonas del cuerpo, como la cara interna de los muslos, no debe manipular durante la aplicación del masaje para evitar el riesgo de un parto prematuro.

Como el masaje tailandés se aplica sobre un tatami, o bien sobre una camilla grande en la que el masajista pueda subirse, es más sencillo que te ayude a adoptar una postura cómoda, bien de lado o boca arriba.

No obstante, es aconsejable que esperes a que haya finalizado el primer trimestre para aplicarte el masaje y que consultes previamente con los profesionales de salud que te acompañan durante la gestación por si hubiera alguna contraindicación médica en tu caso concreto.

 

Masaje tailandés

 

 

¿Qué tipos de masaje tailandés existen?

El masaje tailandés es una técnica de masaje que se ha transmitido prácticamente de boca a boca durante siglos.

Por eso, no hay una sola forma de realizarlo. De hecho, en Tailandia encontrarás grandes diferencias entre el masaje tailandés de las zonas del norte del país y las del sur.

Comparten, eso sí, algunas características comunes, como el uso de estiramientos y de presión a la hora de realizar el masaje, la aplicación en el suelo o sobre un tatami y que la persona que lo recibe se encuentra vestida, con ropa cómoda, ligera y amplia, además de ropa de interior de algodón.

Pero además de estas variantes, existen otras muchas que hacen de este masaje descontracturante un tratamiento muy atractivo. ¿Repasamos algunas?

 

Masaje de pies

Esta técnica, con la que se suele iniciar el masaje tailandés tradicional, es un tratamiento originario de China que nace de la unión de la reflexología podal, el shiatsu y el yoga. 

En la cultura tailandesa los pies representan el estado de salud del cuerpo, que se simboliza a lo largo de toda la planta. 

Se puede decir que los pies son, en cierto modo, como un “mapa” del cuerpo humano. Por lo tanto, masajeando un punto concreto del pie, el efecto se refleja en la zona correspondiente del cuerpo.

 

Masaje con aceites

Aunque utilizar aceites no forma parte del ritual que constituye el masaje tailandés tradicional y no podemos hablar de masaje tailandés puro cuando se utilizan este tipo de sustancias, en ocasiones también puedes encontrar centros en los que se aplica el masaje tailandés añadiendo aceites esenciales o vegetales.

De esta forma se aprovechan los beneficios de la aromaterapia y se combinan con técnicas que pertenecen al masaje tailandés y que contribuyen a la relajación.

 

Masaje tailandés con pindas herbales

Las pindas son unas bolsitas de lino que se rellenan de plantas aromáticas y medicinales y se calientan al vapor con el fin de utilizarlas durante el masaje para enriquecer el masaje y aprovechar todos los beneficios del calor y de las plantas.

Antiguamente eran compresas que se utilizaban durante las guerras para aplicarlas a las heridas abiertas, infusionándolas primero con agua caliente. Con los años su uso cambió y ahora se utilizan eligiendo unas plantas u otras, en función del efecto que queramos conseguir.

En el masaje tailandés con pindas herbales se sustituye el contacto manual por las pindas terapéuticas para lograr un efecto que puede ser relajante, antiinflamatorio, analgésico, descongestionante… gracias a la combinación del calor, la humedad, la aromaterapia y las propiedades de las plantas.

No obstante, debes evitar este tipo de masaje si tienes quemaduras, hematomas, heridas abiertas, dermatitis aguda, fuertes inflamaciones en las articulaciones o en los tejidos blandos, hipertensión o varices.

 

Lanna Tok Sen o masaje tailandés con martillo

La expresión tailandesa tok sen significa “golpe en las líneas”.

Y eso es precisamente en lo que consiste este tipo de masaje tailandés: se desliza un instrumento de madera sobre la piel golpeando a lo largo de las líneas Sen, así como de músculos y tendones.

Se le llama masaje tailandés con martillo porque el instrumento que se utiliza para golpear (de forma firme, pero suave, no se trata de hacer daño) es, en realidad, un conjunto de dos herramientas que funcionan como un martillo (hon) y un cincel (lim).

Este tipo de masaje tailandés es de origen desconocido, aunque se cree que puede tener unos 5000 años de antigüedad y se practica en la antigua región de Lanna, al norte de Tailandia, desde hace unos 1400 años.

Se cuenta que surgió para aliviar las molestias y el cansancio de los trabajadores de los campos de arroz.

Esta forma de aplicación del masaje tailandés se basa en que los golpes producen una onda vibratoria que actúa como una piedra cuando se tira al agua, generando una especie de onda expansiva que llega hasta los tejidos blandos y ayudan a repararlos.

En el tok sen hay dos fases muy diferenciadas: 

Primero se aplican golpes rápidos, ligeros y superficiales, deslizando el “cincel” por las líneas sen y estimulando la zona a modo de preparación.

Y después el masaje continúa con golpes secos, lentos y profundos, que producen un efecto comparable al de los aparatos de ultrasonidos que se utilizan en fisioterapia y que ayuda a disolver contracturas. 

 

 

Masaje tailandés y yoga. ¿Cómo se relacionan?

Si has oído hablar alguna vez del Yoga-Thai, es probable que te estés preguntando qué relación tienen el yoga y el masaje tailandés.

Como ya sabes, el masaje tailandés es una técnica que bebe, entre otras fuentes, del yoga. Y, de hecho, la técnica del Yoga- Thai es un tipo de yoga pasivo desarrollado en Tailandia, pero que tiene mucho en común con las tradiciones de la India.

De esta forma, se combinan la presión del masaje tailandés con las posturas y estiramientos del yoga pasivo.

Por otro lado, tanto el yoga como el masaje tailandés trabajan tanto a nivel físico, corporal, como a nivel mental y espiritual, además de que en ambas disciplinas se utiliza la respiración para crear esa conexión entre cuerpo y espíritu.

 

 

¿Es lo mismo un masaje tailandés que un masaje balinés?

Aunque ambos son masajes orientales, y que comparten algunas técnicas y fundamentos, lo cierto es que el masaje tailandés y el masaje balinés son dos tipos de masaje muy diferentes entre sí.

El masaje tailandés es un tipo de masaje profundo, descontracturante y vigorizante, que actúa en los músculos y tejidos, mientras que el masaje balinés es sensitivo, relajante y suave.

El ancestral masaje balinés busca alcanzar un estado de armonía integral a través de tres elementos: agua, aire y fuego, que representan los sistemas digestivo, nervioso y hormonal.

Se aplica combinando técnicas de amasamiento, estiramiento y presión utilizando para ello cualquier parte del cuerpo, como pueden ser pies, rodillas, codos… pero de forma más suave y sensitiva que en el masaje tailandés.

 

 

¿Dónde aprender a dar un buen masaje tailandés?

Con el auge del masaje tailandés en occidente, son muchos los terapeutas que quieren formarse en esta técnica para ayudar a mejorar la salud de las personas con las que trabajan.

Lo cierto es que existen varias formas de conseguirlo.

En España existen varias escuelas de masaje que cuentan con profesores especializados, formados en escuelas de Tailandia y muy bien valorados.

La mayor ventaja de formarse en uno de estos centros es la posibilidad de certificarse internacionalmente.

Algunas escuelas con buenas referencias son Art Thai Massage, ISED Asturias, la Escuela Española de Masaje Tradicional Tailandés o la escuela Rak Saeng.

También puedes acudir a la fuente original del conocimiento y formarte en Tailandia.

Existen dos escuelas principales de masaje tailandés, la escuela Watpho Thai Traditional Medicine School, que se encuentra en un monasterio de Bangkok y la que se encuentra en Chiang Mai.

 

 

Establecimientos para renovarte con un masaje tailandés de lujo

Pero si lo que quieres es ponerte en las mejores manos para recibir un buen masaje tailandés también tienes opciones muy interesantes, como alguna de las escuelas de masaje tailandés que te hemos dejado en el artículo o centros como The Organic Spa Madrid, uno de los pocos centros que encontrarás en España para recibir un masaje tailandés de manos de terapeutas expertas tituladas tanto en este tipo de masaje como en masaje balinés y otros tipos de terapias de origen asiático.

En conclusión, el masaje tailandés es uno de los tratamientos de masaje más completo que puedes recibir para cuidar tanto tu cuerpo como tu mente y tu espíritu. Y no es de extrañar que se haya puesto de moda en Occidente, comprobando todos los beneficios que te puede ofrecer.

Y tú, ¿ya lo has probado?

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