Aromaterapia

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Artículo actualizado el 03/04/2024
Aromaterapia

¿Sabías que la aromaterapia puede ayudarte con tus emociones y también a mantener e incrementar tu salud física?

Aunque dicho así parezca magia, lo cierto es que detrás de la aromaterapia hay mucha tela que cortar, así que si quieres saber qué es y cómo puede ayudarte esta técnica, sigue leyendo.

¿Qué es la aromaterapia?

Cierra los ojos por un momento y piensa en ese olor que te transporta a la felicidad absoluta.

¿Lo tienes?

La aromaterapia no es, ni más ni menos, que un arte y ciencia milenaria que consiste en extraer los aceites esenciales de las plantas para promover la salud y crear armonía física, mental y espiritual.

Como seguramente sabes, cada planta tiene unas propiedades únicas, aunque en nuestra vida diaria solemos utilizar solo algunas de las más conocidas, como las hierbas aromáticas, para hacer infusiones, utilizarlas en la cocina…

Sin embargo, hay muchas otras que pueden ayudarnos a sentirnos mejor: desde simplemente evocar recuerdos agradables o ayudarnos a conectar con emociones que nos reconfortan, hasta ayudarnos a mejorar algunas dolencias físicas.

Su origen está en la medicina herbal: nuestras abuelas (y muchas personas antes que ellas) conocían cientos de remedios para los que utilizaban diversas partes de algunas plantas (flores, frutos, semillas, hojas, raíces, resinas…)

Al principio, solo implicaba el uso medicinal de los aceites esenciales, pero con el tiempo, su uso se ha extendido y hoy por hoy los utilizamos, sobre todo, para contribuir al bienestar.

Por ejemplo, mientras te estoy contando todo esto, frente a mí tengo un humidificador que difunde un mezcla de aceites esenciales de bergamota, geranio, rosa, melissa y sándalo y me ayuda a concentrarme, a sentirme reconfortada y en calma y a conectar con mi inspiración.

Desde hace años, se realizan estudios científicos de forma periódica con el objetivo de comprobar la efectividad de algunos aceites en la reducción del estrés, para ayudar en situaciones de ansiedad e incluso modificar la percepción del dolor (para esto se utilizan, por ejemplo, aceites esenciales de lavanda y romero).

Pero también son muy utilizados para facilitar estados de ánimo que nos ayudan a estar más relajados, a concentrarnos o a ser más productivos.

Por ejemplo, en Japón es habitual difundir aceites esenciales en los lugares de trabajo para reducir el estrés y mejorar el rendimiento y en algunos centros sanitarios privados de Francia y España se utiliza la aromaterapia para reducir el olor a hospital o ayudar a los pacientes a sentirse mejor.

Pero vayamos por partes.

 

¿Qué es un aceite esencial?

Según la Federación Internacional de Aromaterapeutas, se trata de una sustancia aromática y volátil que se extrae de una una fuente botánica específica, como por ejemplo, una rosa, un cedro, una naranja o un limón.

De hecho, si coges la cáscara de un limón o de una naranja (manteniendo la parte blanca) y la retuerces una y otra vez sobre sí misma, al final acabará soltando unas gotitas de un jugo que no es otra cosa que el aceite esencial.

Cada aceite tiene una composición química compleja, que afecta a su aroma y propiedades terapéuticas y puede variar de una extracción a otra, incluso cuando se trata de la misma planta. Por eso, no es igual un aceite esencial de lavanda que se cultive en una parte del mundo que en otra.

 

 

¿Cómo puede ayudarte la aromaterapia?

Aunque hoy en día el uso más conocido de los aceites esenciales es promover una atmósfera de relax, calma, paz y bienestar a través del olfato, lo cierto es que la aromaterapia puede ayudar a mejorar la salud en una gran variedad de situaciones: problemas cutáneos, musculares, dolores artríticos, situaciones de estrés, molestias menstruales o problemas respiratorios pueden mejorar gracias a la acción de los aceites esenciales aplicados en cualquiera de sus usos.

Los aceites esenciales atraviesan la piel con facilidad, de forma que sus moléculas alcanzan el sistema circulatorio a través de los vasos sanguíneos de la dermis. Pero además, cuando inhalamos, las señales químicas se transforman en respuestas eléctricas antes de llegar al bulbo olfativo. Desde ahí se transmiten al cerebro y generan impulsos que liberan emociones y también hormonas.

La aromaterapia actúa de diversas formas sobre cada persona:

  • Actúa de forma global sobre todo nuestro organismo: a nivel físico, emocional y nervioso.
  • Favorecen la salud (aunque no tienen por qué curar).
  • Respetan y favorecen el equilibrio de la flora intestinal.
  • No crean dependencia.
  • Equilibran y armonizan nuestros estados emocionales, conectándonos con el bienestar.

 

 

¿Cómo se utilizan los aceites esenciales?

Seguro que cuando piensas en aceites esenciales, una de las primeras imágenes que te viene a la cabeza es la de un buen masaje relajante, ¿verdad?

Pues bien, estás en lo cierto, uno de los usos más conocidos de la aromaterapia es precisamente esa: los masajes, ya sean relajantes o terapéuticos.

Sin embargo, no es, ni mucho menos, la única forma de utilizar aceites esenciales para mejorar tu bienestar y tu salud.

Los aceites esenciales son efectivos a través de la piel, cuando se utilizan en masajes, a través del olfato, por inhalación y, dependiendo del aceite esencial del que se trate, incluso pueden ingerirse (aunque te aconsejo tener mucha precaución con este tipo de uso y hacerlo siempre de la mano de profesionales y expertos en aromaterapia, ya que solo son aptos algunos aceites de algunas marcas, como Young Living, que tiene una gama específica de aceites preparados para consumo humano, con un etiquetado específico en los aceites indicados para este uso).


Además, se trata de aceites muy concentrados (mucho más que los aceites de almendra, coco, oliva…), así que, aunque hay aceites que se utilizan directamente sin ningún problema, si vas a utilizarlos sobre la piel, lo recomendable es diluirlos en uno de estos aceites vegetales, para que este actúe como portador y puedas beneficiarte de todas sus propiedades sin exponer tu piel a posibles irritaciones.

  • Masajes: Se utilizan unas gotas de aceite esencial sobre una base de aceite portador, crema o loción, de forma que, a través de la acción del masaje, las moléculas de aceite esencial penetran en la piel.
  • Compresas: aquí se mezclan unas gotas de aceite esencial con agua, en la que se sumerge un paño para empaparlo y aplicar la compresa húmeda en la zona que necesitamos aliviar.
  • Baños: también es muy habitual añadir unas gotas de aceite esencial al agua del baño y dejar que la aromaterapia haga su “magia”. El aceite esencial también se puede diluir en sales o leche y añadir esta mezcla al agua, igual que a geles de ducha y champús sin perfumes.
  • Inhalación directa: puedes aprovechar las propiedades de la aromaterapia inhalando el aceite esencial directamente de la botella (colócala unos 10 cm por debajo de las fosas nasales) o poner una gota de aceite esencial en la palma de tus manos y hacer varias inhalaciones profundas.
  • A través de dispersión, utilizando un difusor (un humidificador apto para aromaterapia en el que se añaden unas gotas de aceite esencial al agua) o rociándolos con un spray.
  • Por evaporación: por ejemplo, combinándolos con agua y apoyándote en una fuente de calor segura.

Sin embargo, aunque la aromaterapia tiene muchísimas ventajas para nuestro día a día, también debemos tener en consideración algunos aspectos para utilizarla de forma segura.

 

 

Precauciones para disfrutar de la aromaterapia con seguridad

Como te contaba, los aceites esenciales tienen la capacidad de armonizar cuerpo, mente y espíritu, pero se trata de composiciones químicas (aunque naturales) muy concentradas, por lo que usarlos directamente, según el aceite del que estemos hablando, puede no ser la opción más adecuada.

Por eso hay una serie de recomendaciones que te ayudarán a disfrutar de los aceites esenciales con toda la tranquilidad del mundo:

  • Utiliza aceites de calidad para su uso óptimo y mejor tolerancia. Procura que sean 100% puros, naturales e integrales, si es posible con certificación ecológica.
  • Asegúrate de poder conocer la composición real del aceite y cómo se ha obtenido (o qué sustancias se le han añadido para obtener una cantidad suficiente para su uso). Algunas marcas no utilizan aceites totalmente puros, sino que añaden otros compuestos químicos para abaratar la producción.
  • Si utilizas el aceite en su estado puro (es decir, directamente desde la botella), procura hacerlo lejos de las mucosas, sobre todo de los ojos. Además, algunos aceites irritan la piel.
  • Si estás embarazada, debes tener precaución con algunos aceites, como la menta piperita, la salvia, el cedro del Atlas, el romero alcanfor y algunos otros. Lo más aconsejable en este caso es que, si quieres utilizar aceites esenciales, lo hagas siempre acompañada de expertos en la materia que puedan aconsejarte los más adecuados para ti.
  • Ten precaución con el uso de aceites esenciales en niños: en su caso, el aceite debe utilizarse mucho más diluído que en adultos.
  • Conserva los aceites siempre fuera del alcance de los más pequeños: recuerda que están muy concentrados y, en la mayoría de las ocasiones, un par de gotas son muy efectivas. Si un niño ingiere aceite esencial directamente de la botella, incluso aunque sea apto para el consumo humano, hay un gran riesgo de intoxicación.
  • Utilízalos con cuidado si tienes la piel sensible: dilúyelos en un aceite vegetal portador y, si utilizas alguna gota de aceite puro, haz siempre una prueba primero, por ejemplo, en la muñeca, para comprobar si te produce picores o enrojecimientos.
  • Hay aceites que contienen agentes fotosensibilizantes y pueden dejar manchas en la piel si te expones al sol después de utilizarlo. Esto ocurre sobre todo en los aceites cítricos (limón, naranja, bergamota…). No los utilices cuando vayas a exponerte a los rayos solares.
  • Almacénalos bien tapados y protegidos de la luz solar para que no pierdan sus propiedades.
  • Si padeces alguna enfermedad como la epilepsia, consulta siempre a tu médico antes de utilizar aceites esenciales.

 

La aromaterapia es una técnica que, con unas sencillas precauciones, puede ayudarte mucho a conseguir el bienestar, tanto en tratamientos spa como en tu día a día.

Por eso muchos de los centros que puedes encontrar en nuestro buscador disponen de tratamientos en los que combinan terapias hídricas, tratamientos de spa y aromaterapia para conseguir los mejores resultados.

Ahora solo te queda elegir tu centro y tu tratamiento favorito en nuestro buscador… y prepararte para dejarte llevar por la explosión sensorial que te propone la aromaterapia.

¿Con qué aroma te gustaría deleitarte hoy?

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