Masaje relajante

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Artículo actualizado el 03/04/2024
Masajes relajantes

¿Qué tiene un masaje relajante, que es capaz de conseguir, que liberemos todas las tensiones y sintamos una paz profunda, que nos ayuda a descansar y llenarnos de energía?

De todas las terapias que se aplican hoy en día, se puede decir que las que implican contacto físico, las que precisan de las manos para llevarse a cabo, son las más antiguas. Las que nos han acompañado durante más tiempo y, posiblemente, unas de las más efectivas… cuando se trata de relajarse.

El tacto es uno de los sentidos más importantes para el ser humano, y el contacto piel con piel tiene propiedades asombrosas cuando se trata de generar un estado de calma. ¿Has probado alguna vez a tocar o acariciar a una persona que está inquieta mientras duerme? Si lo has hecho seguramente hayas notado cómo, en la mayoría de las ocasiones, ese simple gesto es capaz de cambiar el ritmo de su respiración y tranquilizar de forma instantánea.

Ese es uno de los motivos por los que el masaje relajante tiene tanto éxito y por lo que nos deshacemos, casi literalmente, cuando pensamos en uno.

Pero no es el único… en esta guía vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre el masaje relajante, para que puedas aprovechar todo lo que esta técnica, tan antigua como el hombre, tiene para ti e incluso puedas sorprender a esa persona especial con un masaje para aliviar las tensiones del día.

 

 

¿Por qué los masajes relajan?

El sentido del tacto nos permite establecer un vínculo más cercano que otros sentidos en los que la piel no se ve directamente implicada. 

Pero, además, el uso de las manos para hacer masajes es relajante de por sí, debido a los efectos físicos y neurológicos que tiene sobre nuestro organismo.

Y es que nuestra piel, músculos, tendones y ligamentos, además de los vasos sanguíneos, están llenos de receptores que estimulan el sistema nervioso central y cuya estimulación es capaz de provocar importantes cambios en el funcionamiento del organismo.

Por ejemplo, manipular la piel hace que los vasos se dilaten y, en consecuencia, que la temperatura corporal aumente y las fibras se relajen y se estiren.

Además, disminuye los niveles de la hormona cortisol (también conocida como la hormona del estrés) y aumenta la serotonina (una hormona que nos produce tranquilidad y sensación de bienestar) y la melatonina (que influye directamente en el sueño).

En consecuencia, los impulsos eléctricos que se han generado en los receptores, viajan hacia el cerebro, y este responde liberando endorfinas, las sustancias responsables de la sensación de placer que experimentamos cuando recibimos un buen masaje.

 

 

Qué es un masaje relajante

¿Sabías que existen más de 80 tipos de masajes?

Sí, has leído bien.

Los beneficios que aporta el masaje a nuestras vidas, tanto físicos como psicológicos, son tantos que casi cualquier método es bien recibido cuando se trata de someterse a un buen masaje.

Pero no todos los tipos de masaje son iguales. No todos tienen el mismo objetivo, ni se aplican de la misma forma, ni tampoco consiguen los mismos efectos.

Los masajes relajantes tienen un propósito muy concreto: están pensados para aliviar la tensión y conseguir un estado de bienestar, de calma y de tranquilidad. O lo que es lo mismo: aumentar la producción de endorfinas y evocar una sensación placentera y de descanso.

Los masajes relajantes, según Saludterapia.com, consiguen reducir la presencia de cortisol en el organismo hasta en un 50% y el uso de analgésicos para los dolores de espaldas hasta en un 36%. Estos datos dan una idea del poder que tienen los masajes relajantes a la hora de cuidarnos y sentirnos bien.

Su objetivo es conseguir un estado de relajación mediante el contacto suave con la piel. Aunque se puede ejercer presión, en los masajes relajantes no se ejerce tanta, ni de la misma forma, como puede hacerse en otro tipo de masajes, como el deportivo. 

De esta forma se elimina la sensación de incomodidad que pueden producir los pases más bruscos, para sacarnos del estrés del día a día. 

Para conseguir un estado de relajación más profundo, en el masaje relajante se prepara el ambiente de forma especial, utilizando no solo el sentido del tacto, sino integrando también el papel del olfato, el oído e incluso la vista.

Así, es muy común que si acudes a un spa a hacerte un masaje relajante, encuentres una sala con luz tenue y cálida, música ambiental tranquila o sonidos procedentes de la naturaleza, como el rumor del agua y que se haya perfumado el ambiente con esencias que acompañen el proceso.

En qué se diferencia el masaje relajante de otros tipos de masajes, como el masaje descontracturante.

A grandes rasgos, y simplificando, podríamos hablar de dos grandes tipos de masajes, si los clasificamos en función de su objetivo primordial: 

Los masajes relajantes, que están pensados para calmar, inducir el descanso y conseguir una relajación física y, sobre todo, psicológica y los masajes terapéuticos, entre los que destacan los masajes descontracturantes.

Estos últimos tienen el objetivo de disolver las contracturas que pueden producirse en los músculos después de un esfuerzo, como consecuencia de malas posturas o incluso por la tensión y el estrés acumulados. 

Mientras que los masajes relajantes se aplican de forma suave, en un ambiente que inspira tranquilidad, procurando centrar la atención del “paciente” en la respiración y apoyándose en los sentidos para conseguir un efecto más profundo, los masajes descontracturantes utilizan técnicas más fuertes y bruscas.

En este tipo de masajes es normal sentir algunas molestias leves durante el procedimiento, para conseguir devolver a los músculos a un estado natural, sin tensión física, deshaciendo “nudos” y restableciendo su función motora, aumentando la flexibilidad, y tratando los problemas de dolores, mareos o rigidez que suelen llevar aparejadas las contracturas musculares.

 

Masajes relajantes

 

 

Qué beneficios tiene el masaje relajante

Podrías pensar, entonces, que, si comparamos las ventajas de recibir un masaje relajante con las de hacerlo con uno descontracturante, merece la pena este último, ya que bien vale pasar un poco de incomodidad para, después, poder sentirte más saludable. 

Sin embargo, esto no hace menos importantes las ventajas que puede aportar a tu salud un buen masaje relajante. Este tipo de masajes están orientados no solo a mejorar tu condición física, sino, sobre todo, a incrementar tu bienestar psicológico y anímico.

Como ya sabes, el masaje relajante libera la hormona serotonina, que es responsable de aportar tranquilidad y serenidad y mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo, por lo que permite mejorar los síntomas de la ansiedad y de la depresión, así como reducir el estrés.

Y una vez que se produce este efecto, se produce una cadena en la que se incluye la mejora del sueño, y la disminución del insomnio, bajan los niveles de cortisol y, en consecuencia, también disminuye la fatiga y la angustia.

Por lo tanto, nos sentimos con más energía, más vitalidad y con más confianza en nosotros mismos después de recibir un buen masaje relajante. 

A nivel físico, el masaje relajante previene la formación de contracturas, que son mucho más frecuentes cuando nos mantenemos en un estado de estrés y tensión continuados. 

Además, tiene un efecto analgésico que ayuda a aliviar el dolor, sobre todo el de espalda y el de cabeza.

El masaje relajante es muy útil para mejorar la función del sistema inmunitario, por lo que reduce la incidencia de infecciones y, mediante la estimulación del sistema respiratorio (durante el masaje las inspiraciones se hacen más largas y profundas), puede aliviar los síntomas de afecciones respiratorias, como el asma. 

También ayuda a mejorar la circulación y reducir la presión sanguínea. Esto provoca un mayor aporte de oxígeno en el organismo y favorece el funcionamiento correcto de órganos como los riñones y el hígado, por lo que se eliminan mejor las toxinas y el efecto se nota hasta en el aspecto de nuestra piel. 

Y hablando de piel, la reducción del estrés puede ser muy beneficiosa a la hora de tratar infecciones dermatológicas, como los eccemas o la psoriasis.

La activación de la circulación también contribuye a aliviar los síntomas del síndrome menstrual. El masaje relajante ayuda a reducir la inflamación de los tejidos y, en consecuencia, alivia el dolor.

Y si todo esto te parece poco, además, el placer que producen los masajes relajantes nos conecta con el disfrute y estimula el apetito sexual

 

 

Qué tipos de masajes relajantes puedes encontrar

Si tenemos en cuenta que, según el portal FisioOnline, un masaje relajante se define como una técnica compuesta de diferentes métodos manuales y rítmicos con la finalidad de relajar, no es extraño que nos encontremos con una gran variedad de masajes relajantes que utilizan diferentes métodos para conseguir su objetivo.

Masaje hawaiano, balinés, masaje geotermal o con piedras son solo algunos de los tipos de masaje relajante que puedes disfrutar.

Hay muchos más, pero conozcamos ahora algunos de ellos: 

 

Masaje hawaiano

El masaje relajante hawaiano, o Lomi Lomi, es una técnica de masaje energizante que se basa en el principio de la filosofía Huna de que todo ser vivo busca el amor y la armonía y lo lleva a la práctica a con pases y toques suaves, a través de los que se transmite esta energía del amor.

 

Masaje balinés

Este masaje relajante, que procede de la medicina ayurvédica hindú, se ocupa de todo el organismo, de manera holística, integral.

Dicen que el masaje balinés es como una ola. Que envuelve el cuerpo como una ola, una caricia de pies a cabeza en la que el masajista crea un refugio de mimo y bienestar, pese a que es uno de los masajes relajantes que se aplican con más fuerza

 

Masaje relajante con aromaterapia

El sentido del olfato es un recurso muy poderoso a la hora de equilibrar y relajar el sistema nervioso.

La aromaterapia aprovecha estas capacidades y ayuda a potenciar los efectos de los masajes relajantes, induciendo un estado de completo bienestar cuando se combinan las propiedades de los aceites esenciales con las técnicas manuales de masaje.

Así, podemos potenciar efectos beneficiosos para el sistema respiratorio (por ejemplo, utilizando mezclas de aceites esenciales con menta o eucalipto), los efectos relajantes, si utilizamos lavanda… 

Debido a la variedad de efectos que podemos lograr en la aplicación de masajes relajantes gracias a los aceites esenciales, el terapeuta preparará la sesión previamente para evaluar tu estado emocional y personalizar al máximo el tratamiento. 

 

Maderoterapia

Detrás de este nombre se esconde una técnica de masaje relajante que utiliza utensilios de madera para reforzar su efectividad.

No, no se trata de coger los cucharones y el rodillo de la cocina, sino de instrumentos específicos, fabricados en madera, que tienen funciones y objetivos concretos: 

  • El rodillo liso activa el sistema circulatorio y linfático.
  • El rodillo cóncavo, además, favorece la relajación y ayuda a equilibrar la energía.
  • La mazorca, llamada así por las muescas que recuerdan a una mazorca de maíz, se usa al final de la sesión para tonificar el cuerpo (además, ayuda a trabajar las zonas adiposas).
  • La tabla modeladora y la copa sueca se utilizan para eliminar toxinas y grasa localizada.

Este tipo de masaje relajante, se practica desde hace milenios y es el masaje de moda por su capacidad para tonificar, ayudar a combatir la retención de líquidos y disminuir la grasa localizada. 

 

Masaje con velas calientes 

¿Te imaginas lo que la cera de abeja combinada con esenciales naturales y aceites de almendras, karité, coco y argán pueden hacer por tu piel?

El masaje con velas es uno de los más hidrantes que existen, además de tener el privilegio, también de ser de los tratamientos más originales que puedes recibir. 

Su peculiaridad reside, precisamente, en que para aplicarlo se utiliza la cera caliente y perfumada de una vela. Eso sí, a una temperatura constante de unos 40ºC, para evitar quemaduras.

Se trata de un masaje delicado que, junto al ambiente preparado para el descanso y el relax, estimula los sentidos y está especialmente indicado para combatir el cansancio, la angustia, el insomnio y el estrés, liberando la tensión con una facilidad asombrosa, a la vez que resulta muy nutritivo para la piel. 

 

Masaje a cuatro manos

Si hay algo más apetecible que un masaje relajante, es un masaje relajante a cuatro manos. 

Se trata de una técnica en la que dos terapeutas actúan sobre el cuerpo al mismo tiempo, de forma simétrica, es decir, coordinando sus movimientos a un lado y a otro para ir acompasados, o de forma asimétrica, dedicándose cada uno de ellos a una zona concreta del cuerpo. 

La sensación de armonía y bienestar es insuperable, así que está especialmente indicado para aliviar problemas de ansiedad, insomnio o estrés. 

 

Masajes relajantes

 

 

¿Quién puede recibir un masaje relajante?

En principio, los beneficios de los masajes relajantes son tantos, que se podría decir que se trata de un tipo de masaje adecuado para cualquier persona que quiera recibirlo. 

Sus técnicas suaves y cuidadosas hacen que las contraindicaciones de los masajes relajantes sean mucho menores que las de cualquier otro tratamiento spa.

No obstante, hay algunas personas para quienes los masajes podrían suponer alguna complicación

  • Si has sufrido una cirugía de columna.
  • Si padeces una enfermedad vascular, como la tromboflebitis.
  • Si tienes heridas abiertas, fracturas, fisuras, quemaduras… 

Como siempre, antes de someterte a cualquier técnica, incluidos los masajes relajantes, te recomendamos que consultes con tu médico o médica si se da alguna de estas circunstancias, ya que es la persona que mejor conoce tu historial médico y los tratamientos que podrían afectar a tu caso particular.

¿Son recomendables los masajes relajantes durante el embarazo?

Los masajes relajantes pueden ser un gran alivio durante el embarazo, especialmente en el último trimestre, cuando nos sentimos más pesadas e incómodas.

Aunque lo cierto es que un buen masaje de pies y piernas se agradece en cualquier momento del embarazo, el peso del vientre en los últimos meses y la curvatura que va adoptando la espalda en el transcurso de la gestación nos provocan, en muchas ocasiones, cansancio, dolores y molestias que pueden llegar a amargarnos los últimos meses antes de conocer a nuestro bebé. 

El masaje relajante puede ser muy útil para aliviarlas, siempre y cuando se sigan algunas precauciones, tanto para que la mujer se sienta cómoda, como para que el bebé no sufra por la técnica. 

Dependiendo del centro en el que reserves tu masaje, se puede realizar en una camilla, tumbada boca arriba o de lado, o también utilizando una silla ergonómica que le permitirá al masajista tratar la zona de la espalda y la columna. 

¿Son recomendables los masajes relajantes para los niños?

Unos de los usuarios que más agradecen los masajes relajantes son, precisamente, los niños. 

La rutina del masaje relajante tiene muchos beneficios para los más pequeños, ya que, además de favorecer la interacción y reforzar el vínculo entre el niño y la persona que ejerce como masajista, les ayuda a relajarse y conciliar el sueño, reduce los episodios de llanto, aumenta el apetito e incluso hay estudios que apuntan a que podría ser beneficioso para el crecimiento de los bebés prematuros.

Lo que está claro es que las caricias y los pases, con delicadeza y cariño sientan bien a todos, y los niños no iban a ser menos. 

 

 

Cómo se aplican los masajes relajantes

Si quieres sorprender a alguien especial, demostrarles tu cariño con un masaje relajante administrado con tus propias manos es una apuesta segura.

Para ello, es importante crear un ambiente adecuado: con música apropiada, evitando en la medida de lo posible la iluminación directa y las corrientes de aire y acondicionando la zona que convertirás en tu “cabina de masajes” con una sábana o toalla para tumbarse y tapar las zonas que no estés masajeando. 

Además, puedes utilizar un difusor con aceites esenciales para añadir a la experiencia el sentido del olfato. 

Asegúrate de tener las manos limpias, suaves y de calentarlas antes de ponerlas en la piel, si quieres que agasajar a esa persona especial con un masaje relajante de verdad y prepárate para disfrutar y hacer disfrutar. 

Es ideal que utilices un aceite de masaje. Uno de los más recomendados es el aceite de almendras dulces, al que puedes añadir una gotita de un aceite esencial con propiedades sedantes y relajantes, como el de lavanda, vetiver, manzanilla, pachuli, albahaca, geranio, salvia…

Ten en cuenta que los movimientos y la presión deben ser suaves y controlados. Si, en cualquier momento del masaje, se produce dolor, es mejor parar, ya que de lo contrario, se perderá el efecto relajante y se aumentará la tensión en la persona que lo recibe. 

Relájate y utiliza movimientos lentos y continuos, adoptando un ritmo que no sea demasiado rápido, para evitar que quien está recibiendo el masaje entre en tensión. 

Recuerda que todo el masaje debe hacerse utilizando la mano entera para evitar el cansancio, sin hacer casi presión, solo arrastrando la mano, procurando siempre no interrumpir el contacto físico durante mucho tiempo para no perder el efecto de relajación.

En tu masaje puedes utilizar 4 o 5 tipos de manipulaciones: 

  • Vaciamiento: haz movimientos desde el centro hacia los extremos y de abajo hacia arriba durante 3 minutos, aproximadamente, por la espalda. 
  • Oscilaciones: Después continúa, en el área de la espalda, con movimientos del centro hacia afuera otros 2 o 3 minutos aproximadamente. 
  • Deslizamientos: En este momento, acompaña los movimientos del centro hacia afuera con un poco de presión (recuerda, debes controlarla porque se trata de relajar, no de que duela), mientras tratas de sincronizar tus movimientos con la respiración. 
  • Utiliza los pulgares para hacer una presión ligera por el centro de la columna durante no más de 3 minutos, y ve disminuyendo poco a poco, según vas finalizando el masaje. 

Y para finalizar, deja que tu “paciente” disfrute de unos minutos de relax, en silencio, tapado con una toalla o una manta confortable.

Con un poco de práctica seguro que te ganas una merecida fama entre tus seres queridos, aunque si nos permites un consejo, el mejor plan de masaje es que os lo den a ambos. 

Solo tienes que elegir el establecimiento que más te guste de nuestro buscador, hacer la reserva… y disfrutar de un masaje relajante que os lleve a la mismísima gloria. 

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